Valores.

 Hoy me he levantado sin ganas. Solo pensar en ir a la universidad y tener que volver al intento de normalidad me entraban dolores de cabeza. Pero a lo largo del día te haces vagamente sociable, enciendes el móvil, si no está encendido ya, oyes un breve zumbido. No tienes ganas de contestar, pero contestas, son tus amigos. Puede que no te interese hablar, y que lo digas, pero ellos insisten en entretenerte. Saben que estás enfadada con el mundo, pero ellos insisten en que no te alejes. Porque valen mil tonterías para hacerte reír. Porque medio chiste ya consigue sacar una sonrisa, y el chiste entero una carcajada.
 Saben que estás mal y no intentan que lo olvides. Hablan de optimismo sabiendo que vives en un pesimismo absoluto. Hablan de dejar los problemas cuando saben que te pesan en la espalda. Y hacen del todo un nada, y de la nada un todo. Porque en el caso de un buen amigo, un brick de leche puede suponer todo un reto. Para otra el hecho de plantarse en casa a las diez de la noche y hacerme compañía la noche entera no es un problema u otro pillar el coche y en cinco minutos estar en casa siendo de madrugada. Y si hay que llamar el día entero, ellos llaman. Porque lo que les importa no es solo saber si estoy bien o no, saber que tengo o no, lo que les importa a ellos es hacerme feliz, hacer que ría, aunque mis ojos lloren. Y da igual si es de día o noche, ellos están ahí. Incluso puede aparecer algún viejo amigo, que no olvida hacerte reír aunque no le interese mucho el tema. Porque a ellos los cuento con los dedos de las manos, con los dedos de una sola mano. Porque hoy mi blog va dedicado a los amigos, no conocidos, a los amigos que después de apoyarte no sabes como devolverles el favor tan grande y que sabes que se merecen. Ellos tienen nombres y apellidos, pero no hace falta que los dé, a cada uno le recuerdo lo importante que es para mí día a día. Cada uno sabe que para mí son mi definición de amistad. Y que si me he hundido, con ellos salgo a flote.

 No doy gracias porque eso significa demasiado poco y vosotros os merecéis demasiado mucho, indefinido. No me bastará una vida entera para devolveros este favor.

 Simplemente no os quiero, sois mi vida.