lunes, 7 de marzo de 2011

Histeria colectiva

Tanto sí como no, me da igual la verdad, todo es ruido sin control.

 La gente últimamente está muy frustrada, no entiendo porqué, yo simplemente tengo la suerte de no estar, es una solución aceptable. ¡Dichosa mi suerte!

Pero la vida corre, la gente corre. ¿Para qué gritar? no hay solución, nadie escucha si no se quiere por mucho que se grite. Yo no grito porque estoy sorda de un dedo y no me merece la pena escuchar porque estoy afónica de un oído. Que peculiar, ¡qué barbaridad! Curiosa la cosa. La corriente me lleva pero yo he decidido pararme, ¡qué os vaya bien! ¡Nos veremos pronto! No tengo parada, es más, me da igual no tenerla, yo la invento. Y aquí me quedo en la nada y sin nada, bueno conmigo y yo.

Así que colectivo histérico, no me grites que no te escucho ni me importa.
Yo tengo la solución y es desaparecer.

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