domingo, 6 de marzo de 2011

Deja que esa duda que hay en tu mente no pregunte

 Son las 2 de la mañana y no soy capaz de dormir, y no duermo porque mi cabeza está imparable últimamente. Padezco de insomnio en las últimas semanas y conmigo se quedan las horas, mis pensamientos y los capítulo repetidos de Cuéntame. Pero esto no es lo que hoy me apetece contar.


 Fruto de las casualidades que me rodean últimamente, porque la suerte no me visita, llegó a manos de mi padre un libro por el cual nunca me habría interesado si no fuese por el momento en el que apareció. El jueves lo recibió él y me recomendó leerlo porque creía que me interesaría, pocas veces me interesan porque son libros esencialmente específicos y de temas transcendentales, pero me comentó que las cosas no pasan porque sí, que ese libro había llegado a mi vida en un momento clave, la autora se llamaba como yo casualmente y tenía un espacio dedicado a la personalidad de todos los individuos del mundo, inclusive yo. Me leyó mi parte, soy un 6, soy una EGO-COBARDE, eso dijo mi test. No prestaba atención hasta que me di cuenta de que estaba hablando de mí, de mi vida, de mis emociones, de todo lo referente a mí. Esa misma noche me dediqué a saber que puede decir esa mujer de mi personalidad, de mí, y me di cuenta de que es capaz de decirlo todo, hasta lo más mínimo.

 Soy puro miedo, es la esencia central de mi vida. Los Seis dudamos de nuestras percepciones, nos cuestionamos y vacilamos sobre lo decidido, suspicaces, sin seguridad ni confianza, vivimos para enfrentar nuestra ansiedad. El mundo nos ataca y hay que defenderse, surgen armaduras que se oxidan con facilidad. Siempre con un pie delante y otro detrás por si hay que rectificar. Hace una distinción entre los Seis fóbicos y contrafóbicos, yo me siento identificada con el segundo tipo. Lo fóbicos son fáciles de identificar, inseguros a simple vista, tímidos, pero el segundo tipo juega a enmascarar, se muestran como si lo tuvieran todo superado, bajo control para no mostrar su debilidad y demostrar su seguridad y confianza. Pierden el sentido de la realidad, lo perdemos. Los contrafóbicos vivimos con antelación, prevención ante todo. Es la ansiedad por la supervivencia, nadie es fiable. La gente es para ellos egoísta y vanidosa y les importan muy poco las consecuencias que sus acciones puedan tener sobre los demás, es la ley del más fuerte.

 Lo instintivo y lo animal. Actúan por impulsos, pero al momento son sometidos a duda, la mente lo elimina y les priva ver la luz.

 Esto es sólo el inicio pues no me ha dado tiempo a leer mucho más, pero con la simplicidad que es descrita lo que un Seis siente, un Seis se identifica. Yo soy un Seis y puedo decir que tengo muchas armaduras oxidadas, muchas no-decisiones y sí, en esta vida rige la ley del más fuerte.


               Libro:
"La dimensión espiritual eneagrama, los nueve rostros del alma. Sandra Maitri"
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A preguntas tontas, respuestas idiotas (si se responde claro está).



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